Como creador, sé que lo único que realmente tengo es la intención de buscar nuevas formas de explorar caminos distintos para compartir ideas. Para mí, el arte siempre ha sido eso: una forma de expresión cuando las palabras no alcanzan.

Este proyecto nació de una idea simple: ¿qué pasa si hacemos música entre una persona y una inteligencia artificial?. Durante el proceso, hubo momentos raros, interesantes. No solo en lo técnico, también en lo personal.

¿cómo sería una relación creativa entre alguien humano y una tecnología que aprende? ¿Qué rol jugamos cada uno? ¿Cómo se sienten las decisiones compartidas? Y lo más importante: ¿qué historia podemos contar juntos?

A medida que avanzábamos, entendí que no se trataba solo de hacer canciones. Se trataba de darle forma a una idea, darle un sonido, una cara, un espacio. Crear algo que no existía. Algo que, más que una colaboración, se siente como una nueva manera de crear.

Eden2 es una propuesta. Una forma distinta de ver la música y el arte. No venimos a imponer nada, solo a abrir la puerta a nuevas formas de conectar, de sentir y de imaginar. Empezamos como todos, influenciados por cómo consumimos la música hoy. Pero en el fondo, buscamos algo más que solo sonidos: buscamos sentido.